Cuando uno piensa en alguien que maneja bajo la influencia de drogas o alcohol, la primera imagen que le viene a la mente es alguien que, por negligencia o falta de prudencia, toma sustancias intoxicantes a propósito antes de subirse al auto. Pero en realidad, no es siempre tan simple. A veces, una persona puede sufrir efectos negativos e intoxicantes sin tomar ninguna sustancia ilícita o alcohólica, y estos efectos negativos pueden resultar en un accidente devastador y hasta mortal.
Los efectos peligrosos para los conductores
Todos los cuerpos humanos son diferentes. No se puede saber de antemano exactamente cómo uno reaccionará al uso de un medicamento nuevo. Una persona podría no sufrir ningún efecto negativo (enlace en inglés), mientras otra persona tomando el mismo medicamento podría sufrir nausea, desorientación, o sueño extremo y hasta podría desmayarse mientras maneja.
En esta manera, es posible ponerse a usted mismo – y a todos los demás conductores en la calle – en peligro grave sin tomar ninguna sustancia ilegal. El problema es que, aun si usted no toma ningún medicamento nuevo antes de manejar, existe siempre la posibilidad que otro conductor lo haya hecho, poniendo a usted y a su familia en peligro cada vez que está en la ruta.
Los accidentes que resultan
Un estudio (enlace en inglés) hecho en 2011 examinó las causas de miles de choques automovilísticos para determinar el efecto de los medicamentos en los conductores involucrados. Los resultados demostraron que el uso de ciertos medicamentos aumentaba la probabilidad de un choque hasta ocho veces más probable – especialmente para los conductores de una edad mayor.
Desafortunadamente, no se puede predecir todos los peligros con que uno se pueda enfrentar cuando maneja. Afortunadamente, existe el sistema legal que está diseñado para ofrecerle a la víctima de un accidente la posibilidad de solicitar la compensación por sus heridas graves y otros daños.